Análisis de género en los procesos de emprendimiento

Conoce algunas de las diferencias existentes entre los procesos de emprendimiento de mujeres y hombres y las causas que los originan.

Con motivo del 16 de Abril, Día Mundial del Emprendimiento, reflexionamos sobre la importancia de aplicar la perspectiva o análisis de género en los procesos emprendedores.

El Informe Emprendimiento de Mujeres en España 2020-2021 pone de relieve algunas cuestiones significativas en relación al emprendimiento femenino. Como que la participación de las mujeres en la actividad emprendedora y empresarial es, a nivel mundial y salvo contadas excepciones, menor que la de los hombres. O como que en España la brecha de género en el emprendimiento se iba reduciendo progresivamente, pero se ha vuelto a incrementar tras la pandemia. Exceptuando la intención de emprender y de abandonar un proceso emprendedor, donde la brecha de género se ha reducido. Es decir, tras la pandemia las mujeres se plantean más el emprendimiento, aunque lo pueden hacer efectivo en menor grado.

Perfil de las emprendedoras y empresas de mujeres

En relación al perfil de las emprendedoras, se reafirma el hecho de que presentan niveles de renta inferiores a los emprendedores. También que su motivación principal para emprender es la obtención de ingresos y que acusan un mayor temor al fracaso.

En relación a sus empresas, se mantiene mayoritariamente su pertenencia al sector servicios, principalmente al comercio de bienes de consumo. También su tamaño más reducido, con un 11% menos de inversión que los proyectos puestos en marcha por hombres. Su financiación procede en un 66% de ahorros propios, seguido del apoyo de familiares y personas allegadas. La financiación ajena tiene un menor peso que en los proyectos de hombres. Y en sus procesos de consolidación también destaca un menor crecimiento.

Diferencias por sexo versus análisis de género

Los datos evidenciados a través de éste y otros estudios muestran el punto de partida sobre el que indagar para detectar las causas que subyacen tras dichos datos. Es decir, este tipo de estudios no realizan un análisis de género que nos permita identificar las causas y por tanto, aplicar las soluciones necesarias para equilibrar las desigualdades estructurales que mantienen dichas diferencias. Nos muestran dónde incidir, pero no cómo. Por lo que son un paso necesario, pero no suficiente.

Aplicando el análisis de género entendemos que, siendo la principal motivación hacia el emprendimiento la búsqueda de ingresos, con la crisis originada por la pandemia nos planteemos el emprendimiento en mayor medida. Porque nuestra realidad ha empeorado más con la crisis debido a nuestro mayor grado de vulnerabilidad. Por ello también nuestros obstáculos son mayores y, pese a nuestro mayor deseo de emprender, podemos realizarlo en menor medida que los hombres.

Prosiguiendo con el análisis, el mayor miedo a emprender, que también incide en el mayor abandono, está estrechamente vinculado, entre otras, con una menor autoestima. Que procede de la menor confianza social en las mujeres y que se evidencia en menores niveles de apoyo al proceso emprendedor por parte de nuestro entorno y de las entidades financieras.

Los mayores obstáculos también se deben a las mayores dificultades de conciliación, acuciadas con la pandemia. Y por supuesto, a la menor capacidad de ahorro, (derivada del menor índice de actividad, mayor dificultad para encontrar empleo, las mayores tasas de temporalidad y parcialidad, la brecha salarial o el trabajo en sectores más precarizados). Ello también afecta a nuestro miedo al fracaso, pues la recuperación económica en este supuesto también se vuelve más larga y difícil.

Podríamos proseguir, pero baste para identificar que análisis por sexo y análisis de género no son lo mismo. Y que para realizar una intervención eficaz en los procesos emprendedores de mujeres hay que trabajar, (entre otras cosas, pero siempre), sobre el empoderamiento, (aumento de la autoconfianza) y sobre la conciliación, (reducción del  peso de las responsabilidades de cuidado que recae sobre las mujeres).

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La gestión de los Recursos Humanos ante la realidad trans

Algunas cuestiones a considerar desde la gestión de los recursos humanos ante la realidad de las personas empleadas trans.

Este mes de octubre existen dos fechas relevantes relacionadas con la diversidad sexual: el 11, Día Internacional Para Salir del Armario y el 22, Día por la Despatologización Trans.

Por este motivo en esta entrada ofrecemos unas breves consideraciones que sirvan de orientación para una correcta gestión de los Recursos Humanos ante la realidad de las personas trans.

Visibilidad trans en las empresas

Los avances que en diversidad sexual se vienen desarrollando en las últimas décadas conllevan más visibilidad y normalización de las personas trans, que cada vez en mayor medida ocupan los espacios que habitan defendiendo sus identidades y derechos. Cuando esto sucede en los entornos laborales se genera incertidumbre en las empresas, que no saben cómo deben responder en estas situaciones.

Son habituales preguntas como: ¿debo tratarle de él o de ella? ¿Qué vestuarios debe usar? ¿Qué uniforme le corresponde? ¿Debo cambiar toda la documentación de la empresa referente a esta persona? ¿Cómo gestiono el posible rechazo por parte de compañeros y compañeras de trabajo?

Trabajar con las personas trans es fácil si sabes cómo

La actitud de la empresa es fundamental para que estas situaciones se desarrollen con la mayor normalidad y el menor conflicto posible. Una organización con una postura clara contra las discriminaciones y agresiones ya estará evitando que se produzcan situaciones conflictivas por parte de otras personas trabajadoras. Una declaración de intenciones a este respecto por parte de la dirección hará que el personal tenga claro qué se tolera o no dentro del espacio de trabajo.

También es importante escuchar a la persona en cuestión. Ella mejor que nadie sabrá aclarar dudas sobre con qué se siente más cómoda (nombre, uniforme, vestuarios…). No será fácil para ella esta fase de cambio en relación a su entorno y se le debe de facilitar en la medida de lo posible.

Además existen cuestiones como el derecho de una persona a ser tratada en función de cómo ella se siente. Y otra serie de derechos reconocidos, como los permisos médicos o la no pérdida de la antigüedad en la empresa por el cambio de nombre legal.

Son recomendables medidas como talleres de sensibilización al personal, para evitar situaciones de transfobia y aclarar posibles dudas por parte de otras compañeras o compañeros, superiores, o clientela y personas de otras empresas con las que se mantenga relación, (empresas proveedoras, contratas, subcontratas…)

La existencia y conocimiento por parte de todo el personal de Protocolos para Prevenir  Acoso y Agresiones también son muy recomendables.

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Beneficios de la publicidad no sexista

¿Valoras el tratamiento igualitario en tus campañas de comunicación? Entérate de por qué es importante que lo hagas.

¿La comunicación de las organizaciones es un tema que te interesa? En ese caso, seguramente habrás podido acceder a diversos ejemplos de buenas y malas prácticas llevadas a cabo en publicidad. Porque este tipo de noticias son bastante usuales. Ello es debido a la relevancia que el marketing y la publicidad tienen en la actual sociedad de la información y la comunicación.

Inversión en publicidad en las organizaciones

La inversión en publicidad que realizan las empresas y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales supone un esfuerzo importante para quienes la realizan. En consecuencia, esperan ver unos resultados positivos derivados de dicha inversión. Por eso se vuelve fundamental retomar una vez más la máxima empresarial de poner el foco en la clientela, en a quiénes va dirigida esa publicidad. Y la clientela, la sociedad en general, hace tiempo que ha mirado hacia la igualdad. Y se ha vuelto más crítica hacia manifestaciones que vulneran este principio, castigando a las marcas que están detrás de estas prácticas.

Esta realidad obliga a las empresas y organizaciones que invierten en marketing y publicidad y a las empresas de comunicación que se dedican a este sector, a replantearse cómo venían haciendo las cosas. Pues los efectos derivados de las mismas prácticas que hasta ahora desarrollaban ya no están dando los mismos resultados.

Que hablen de nosotros, aunque sea mal

Siempre habrá quien argumente que lo importante es que hablen de nosotros, aunque sea mal. (El uso del genérico es intencionado). Y es de justicia reconocerles que campañas atroces desde una mirada igualitaria han producido un incremento en las ventas derivado de su mención excepcional. Pero aparte del objetivo del beneficio inmediato cortoplacista, habrá que analizar si a medio y largo plazo esos beneficios se mantienen, se resienten o se revierten.

Aunque esas campañas se hayan realizado poniendo el foco en el perfil de la clientela objetivo, es importante no perder de vista que el mercado es mucho más amplio que un sector de clientela en concreto y que la imagen de marca también se verá influenciada por la opinión del resto de empresas del sector, de las proveedoras, otras organizaciones con las que se mantiene relación, etc.

Como es bien sabido, los análisis DAFO son fundamentales. Aún hay quienes no han valorado adecuadamente la Amenaza que supone no adaptarse a los cambios que la sociedad demanda. Pero también están quienes sí están sabiendo aprovechar la Oportunidad que supone ser líder en igualdad. Y la están convirtiendo en una Fortaleza de su organización y de su marca.

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Distintivo Marca Asturiana de Excelencia en Igualdad

Hasta el día 15 de septiembre está abierta la convocatoria de 2021 para solicitar la Marca Asturiana de Excelencia en Igualdad, que reconoce en el Principado de Asturias la implicación de las organizaciones con la igualdad.

Hasta el día 15 de septiembre está abierta la convocatoria de 2021 para solicitar la Marca Asturiana de Excelencia en Igualdad, distintivo que reconoce la implicación de las organizaciones con la igualdad en el Principado de Asturias.

Nuevos paradigmas en los entornos empresariales

No es que la igualdad esté de moda y por eso se hace preciso subirse a su carro, para demostrar que se es una empresa a la última y que se está en la vanguardia del sector, beneficiándose de una imagen comercial que repercutirá en beneficios empresariales. No se trata de eso.

Los cambios que se producen en la sociedad van incidiendo en las políticas y en los entornos mercantiles. La desigualdad ya no se tolera, es una cuestión a abolir. Por ello las políticas públicas van encaminadas a promover cambios en los máximos ámbitos posibles. Y por ello las personas consumidoras recompensan a quienes desarrollan políticas socialmente responsables y penaliza a quienes no. Porque como integrantes de esta sociedad, también las empresas y organizaciones tienen su responsabilidad en promover los cambios o en mantener las desigualdades.

Por esta razón el Gobierno del Principado de Asturias está aplicando un plan estratégico en el cual se está reconociendo públicamente a las empresas que integran la igualdad en sus organizaciones. Y se está avanzando en la integración paulatina de beneficios en las contrataciones públicas para las organizaciones que cumplen con el principio de igualdad.

La igualdad es una estrategia a largo plazo

Los requisitos para la concesión de la Marca Asturiana de Excelencia en Igualdad abarcan múltiples áreas y aspectos de las organizaciones, pues la igualdad debe ser transversal. Integrarla requiere estudiar la organización, detectar dónde se debe incidir, planificar los cambios necesarios, aplicarlos…

Todo empieza por una decisión. Si tienes claro que tu organización tampoco tolera las desigualdades, comienza hoy a trabajar por integrar la igualdad como estrategia. Apóyate en profesionales e inicia el camino hacia tu nuevo objetivo. El reconocimiento a tu esfuerzo también te espera en la meta.

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La responsabilidad empresarial ante las agresiones y el acoso

Conoce las principales medidas a adoptar para prevenir las agresiones y el acoso en los entornos laborales.

Cada cierto tiempo saltan a los medios de comunicación casos de agresión, acoso o discriminación en entornos laborales. Estos casos suelen conllevar características especiales que son las que los hace más relevantes que otros para resultar ser noticia. Pero la realidad es que la discriminación, las agresiones y el acoso en los espacios laborales son mucho más habituales de lo que cabe suponer.

En este sentido, el papel que adoptan las empresas en estos conflictos y su responsabilidad en ellos se vuelven cuestiones clave. Porque las empresas están obligadas a garantizar la seguridad física y psíquica de su personal, así como espacios laborales seguros y libres de agresiones.

Referencias legislativas en materia de acoso y agresiones

Esta obligación emana de diferente normativa a nivel nacional. Desde la propia Constitución Española, pasando por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, la Ley General de la Seguridad Social o el Estatuto de los Trabajadores.

Cuando la situación de violencia sufrida tiene su origen en el hecho de ser mujer, además está afectada por la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres y por la Ley de Medidas de Protección Integral Contra la Violencia de Género.

Qué pueden hacer las empresas

El papel que adopten las empresas ante este tipo de conflictos se vuelve clave para evitarlos, minimizarlos y reducir los costes que conllevan. Costes derivados de la pérdida de talento que originan, el incremento de las bajas laborales, la pérdida de productividad y los gastos invertidos en defensa y asunción de responsabilidades judiciales.

El mejor método siempre reside en la prevención. Una adecuada política empresarial se vuelve fundamental para crear un ambiente de trabajo saludable. Por eso es importante dejar claros los principios de relación en la organización y el compromiso de la dirección hacia ellos. También condenar de forma expresa los tipos de comportamientos abusivos y agresivos.

Además es muy útil disponer de herramientas preventivas, como protocolos para prevenir situaciones de acoso y agresión. Estos documentos deben ir unidos a una correcta difusión de los mismos a todo el personal. De este modo, éste será conocedor de sus obligaciones, derechos y cómo y a quién dirigirse en caso de conflicto.

Finalmente, es fundamental la formación al personal. Especialmente a la dirección, mandos intermedios, responsables, representantes sindicales e integrantes de las comisiones encargadas de intervenir en los conflictos. Es importante que estos perfiles conozcan cómo funcionan los procesos de acoso, cuáles son los perfiles de quienes agreden, de quienes sufren las agresiones y los mecanismos que se utilizan. Además deben saber cómo se debe proceder para prevenir, atajar y resolver cuanto antes y del mejor modo posible estas situaciones.

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Garantiza un entorno laboral libre de agresiones y acoso de cualquier tipo

Riesgos específicos de las personas LGTBI en las organizaciones

Conoce los riesgos específicos a los que se enfrentan las personas LGTBI en sus entornos laborales y algunas soluciones para evitar su discriminación.

Este 28 de junio se celebra el Día del Orgullo LGTBI (Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e Intersexuales), una fecha de visibilización y reivindicación de los derechos de quienes integran este colectivo. Momento clave para realizar un análisis de los riesgos específicos que estas personas sufren en los entornos laborales.

El espacio laboral como entorno hostil

Aún son habituales situaciones de acoso, violencia, burlas, bromas, chistes ofensivos y menosprecios hacia las personas debido a su orientación o identidad sexual. A nivel menos agresivo, son frecuentes los cuestionamientos sobre sus modos y opciones de vida, o consejos bienintencionados que muestran una no aceptación y un rechazo a sus elecciones y formas de ser y vivir.

Estas actitudes no sólo empeoran el ambiente laboral, sino que conllevan consecuencias para la salud mental y física de las personas rechazadas y acaban repercutiendo sobre su rendimiento y estabilidad laboral.

Es habitual que para evitar y prevenir estas situaciones, las personas LGTBI escondan su realidad personal. Al eludir hablar abiertamente de su vida, como hace el resto del personal, es habitual que acaben aislándose para evitar situaciones comprometidas. También es frecuente que se auto excluyan del acceso a derechos laborales como permisos por matrimonio, por enfermedad de la pareja, adopciones o cuidados de descendientes.

Sus condiciones laborales, en consecuencia, no son iguales a las del resto del personal, sino habitualmente peores.

Soluciones para evitar discriminaciones por razón de orientación o identidad sexual

Para garantizar entornos laborales libres de todo tipo de acosos y violencias, respetuosos con todas las personas que integran las organizaciones e igualitarios en condiciones laborales, se pueden tomar ciertas medidas sencillas. Algunas de ellas son:

  • Incluir declaraciones de intenciones al respecto por parte de la dirección, incorporándolas en la filosofía empresarial.
  • Elaborar protocolos de prevención que incluyan la diversidad sexual.
  • Mantener un canal de atención abierto hacia personas que se sientan discriminadas por este motivo.
  • Y realizar una comunicación efectiva hacia dentro y fuera de la organización con respecto a la posición empresarial y las medidas adoptadas.
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La importancia del lenguaje en la comunicación de las organizaciones

Cuidar el lenguaje utilizado en la comunicación empresarial es más relevante de lo que a priori podría pensarse. Entérate de por qué.

Una de las preocupaciones de cualquier organización es la imagen que proyecta. Prestar atención a qué se hace y cómo, tanto a nivel interno como externo, repercute en su imagen. En base a ella tendremos una clientela de mayor o menor calidad, podremos aplicar una política de precios u otra, seremos una opción válida o no para otras empresas y organizaciones, para el accionariado, etc. Es decir, incide en los beneficios, las posibilidades de inversión, de crecimiento, la reputación en el sector, etc. Por eso tiene importancia el lenguaje que las organizaciones utilizan en su comunicación.

La igualdad de género como estrategia de imagen empresarial

A medida que las sociedades cambian se hace preciso adaptar las políticas empresariales a ellas. Muchas veces en cumplimiento de cambios legislativos. Pero también porque cambia el perfil de la clientela, sus gustos y preferencias, los valores sociales, etc. Como parte integrante de la sociedad, las organizaciones cambian con ella. Adaptarse a esos cambios del mejor modo posible se vuelve, pues, fundamental.

En los últimos años muchos de estos cambios están relacionados con las mujeres, que hemos incrementado nuestra presencia en las empresas, en el mercado laboral, en la educación, en la política… Y ello ha promovido modificaciones en la gestión empresarial a muchos niveles: en las políticas de recursos humanos, comunicación y marketing, instalaciones, productos y servicios ofertados, procesos productivos…

Las empresas que no se adaptan a los cambios que la sociedad va demandando, (que la sociedad ya está realizando), se van quedando obsoletas. Y eso afecta también a cómo las empresas integran la igualdad de género y oportunidades.

El lenguaje sí importa

Integrar la igualdad de género y oportunidades en la gestión empresarial va mucho más allá del uso del lenguaje que las organizaciones realizan. Pero restarle importancia a lo que el uso del lenguaje transmite es un error que se debería corregir. Porque a través del uso que hacemos de las palabras comunicamos mucho más de lo que expresa el mero mensaje realizado.

Nombrar a las trabajadoras, y no sólo a los trabajadores, muestra que también se tiene en consideración a las primeras. Que importan lo suficiente como para nombrarlas. Que se reconoce a las jefas de personal, a las directoras, a las repartidoras. Y no sólo a las secretarias o a las limpiadoras. Ello contribuirá a que las trabajadoras se sientan más a gusto y más implicadas con la empresa. Contribuirá a mejorar el clima laboral, su rendimiento y promoverá que otras mujeres quieran formar parte de la organización.

Nombrar a las clientas, y no sólo a los clientes, muestra que a ellas también se las ve. Se está comunicando que las clientas son importantes. Y ellas reciben ese mensaje, por lo que se sentirán más motivadas a consumir en una empresa que demuestre que las considera.

Ahora las mujeres estamos en el ámbito público, opinamos, decidimos… Y por ello se vuelve crucial que se nos nombre, que se nos vea. Y también que nos sintamos nombradas, vistas y reconocidas.

Porque el lenguaje sí importa y a veces es muy fácil comenzar a incorporar los cambios.

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Planificación estratégica en igualdad. Una buena apuesta

Incorporar la igualdad en la planificación estratégica empresarial conlleva un incremento de los beneficios. En este breve artículo te explicamos por qué.

Acabamos de iniciar el año y ahora, mirando lo que hemos alcanzado y dónde estamos, nos encontramos en el momento de planificar estratégicamente el rumbo de nuestras empresas y proyectos. Es un momento clave, del que dependerá qué camino seguiremos.

Las empresas igualitarias son más rentables

Es el momento pues, de tener presente la igualdad. Las razones para ello ya las sabemos. Se trata de una cuestión de justicia social, pero con una incidencia directa en los beneficios y la rentabilidad empresariales. Por lo que se convierte en una línea estratégica fundamental en la gestión empresarial.

Incorporar la igualdad implica gestionar de un modo óptimo los recursos humanos, saber atraer y retener el talento, tener una política de comunicación y marketing sensible a las prioridades sociales y de la clientela o maximizar la buena imagen de la empresa.

Las sanciones por el incumplimiento de la legislación siguen aumentando

Pero también implica cumplir con la legislación en materia de igualdad, cuestión que cada vez está costando más cara a las empresas que no lo hacen. En los últimos años hemos visto cómo se repetían sanciones a empresas por no tener planes de igualdad, por incumplirlos, por mantener brechas salariales, por no garantizar la conciliación, por discriminar por sexo, por acoso laboral, por despedir a mujeres víctimas de violencia de género o por tener procesos de selección de personal sexistas.

Cada vez más, no cumplir con la igualdad sale caro. No sólo por el pago de las sanciones, sino también por el coste que conlleva la gestión de estos procesos y la negativa repercusión en la imagen empresarial, con la posterior incidencia en los resultados económicos.

Incremento de las ayudas y beneficios para la igualdad

Las administraciones públicas implantan cada vez más medidas para promover la igualdad. Por ejemplo, las convocatorias de ayudas económicas para poner en marcha planes y medidas de igualdad. O el establecimiento de cláusulas beneficiosas en las contrataciones públicas para las organizaciones que demuestren ser respetuosas con los principios de igualdad.

A ellas habría que añadir el creciente número de sellos o marcas que reconocen el compromiso con la igualdad. Estos distintivos permiten diferenciar a las entidades de su competencia. Pero también hacer un uso comercial de la imagen positiva que la aplicación de la igualdad conlleva para sus organizaciones.

Además, para avanzar en este camino puedes contar con el apoyo de consultorías especializadas. Las consultorías de género te mostrarán que aplicar la igualdad, además de rentable, es sencillo.

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El acoso en el ámbito laboral

El acoso es una realidad a la que como sociedad debemos enfrentamos. Infórmate de qué lo caracteriza, cómo es el perfil de quienes lo ejercen y qué modalidades de acoso podemos encontrar en los ámbitos laborales.

Empezaremos definiendo qué es el acoso y qué efectos tiene.

El acoso es aquella conducta encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir a la renuncia del mismo. Ocurre frecuentemente cuando una persona quiere usar poder o control sobre otra.

Por otra parte, tiene el efecto de humillar, intimidar, o someter a alguien a través de un ataque personal. Son comportamientos indeseados y ofensivos para quien los recibe y hacen sentir a una persona incómoda o avergonzada, además de causarle daño emocional.

Quiénes ejercen el acoso

El acoso en el ámbito laboral puede ejercerse de modo descendente, realizado por alguien que tiene un puesto jerárquico superior, hacia otra persona con inferior escala jerárquica. Pero también y aunque es menos habitual, puede ser ascendente, siguiendo el orden inverso. Por último, el acoso horizontal se lleva a cabo entre personas con la misma escala jerárquica o por otras personas sin relación jerárquica.

Así mismo, el acoso puede ejercerse de forma individual o grupal y hacia una persona o un grupo de personas.

Por otro lado, las situaciones de acoso laboral pueden provenir de personas que pertenecen a la misma empresa o de personas que pertenecen a otras organizaciones. Por ejemplo empresas proveedoras, clientela, otras empresas que prestan servicios subcontratados o personas con las que se comparte espacio de trabajo.

Modalidades de acoso laboral

Se puede distinguir entre las siguientes modalidades de acoso laboral:

El maltrato laboral. Es la violencia contra la integridad física o moral, la libertad física o sexual y los bienes. Incluye expresiones verbales injuriosas o ultrajantes que lesionan la integridad moral, el derecho a la intimidad y el buen nombre de una persona.

La persecución laboral. Son las conductas reiterativas o arbitrarias que permiten inferir el propósito de inducir la renuncia de la persona empleada. Se realiza mediante la descalificación, la carga excesiva de trabajo, cambios permanentes de horario, etc.

La discriminación laboral. Es el trato diferenciado por razones de etnia, raza, sexo, género, orientación sexual, expresión de género, origen familiar o nacional, credo religioso, preferencia política o situación social o que carezca de toda razonabilidad desde el punto de vista laboral.

El entorpecimiento laboral. Son las acciones tendentes a obstaculizar el cumplimiento de la labor, hacerla más gravosa o retardarla, causando perjuicio para la persona.

La inequidad laboral. Se basa en la asignación de funciones que menosprecian a la persona.

La desprotección laboral. Son las conductas que ponen en riesgo la integridad y la seguridad de la persona, mediante órdenes o asignación de funciones sin el cumplimiento de los requisitos mínimos de protección y seguridad.

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Víctimas de violencia de género en los entornos laborales

Conoce los riesgos específicos a los que se enfrentan las trabajadoras víctimas de violencia de género en sus entornos laborales.

En esta entrada abordamos cuáles son las especiales vulnerabilidades de las trabajadoras víctimas de violencia de género en sus espacios de trabajo. Y aportamos algunas medidas preventivas para su protección. Un aporte especial con motivo del 25 de Noviembre, Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Habitualmente las empresas u organizaciones no son conscientes de que los espacios en los que trabajan las mujeres víctimas de violencia de género son potencialmente peligrosos para ellas. Sus maltratadores saben dónde se encuentran y en qué horarios. Además no siempre la condición de víctima y maltratador es conocida. Por eso, al ser éste habitualmente un hombre cercano a la trabajadora, sus compañeras y compañeros de trabajo no perciben como extraña su presencia y fácilmente colaborarán con información sobre ella que le expondrá aún más. Este anonimato beneficia al maltratador doblemente, pues al verse sorprendida la mujer por él en el espacio laboral, es probable que disimule y se vaya con él para no exponer su situación.

Cómo contribuir a proteger a las víctimas de violencia de género en los entornos laborales

Estas situaciones se pueden evitar en gran medida si la condición de víctima de violencia de género es conocida por la dirección y el personal. Pero eso no siempre es así. Las mujeres víctimas de violencia de género suelen estar muy aisladas y tienden a esconder su condición por una mezcla de vergüenza y culpabilidad.

Una de las herramientas más eficaces para prevenir esta vulnerabilidad es elaborar Protocolos para la Protección a Mujeres Víctimas de Violencia de Género en el Espacio Laboral. Estos documentos, hechos públicos de forma efectiva a todo el personal, animan a la posible víctima a identificar su situación al menos a ciertas personas clave que puedan ayudarle y prevenirle en caso de necesidad. E incluyen medidas preventivas a considerar. Como por ejemplo detectar y facilitar el uso de puertas traseras u otras rutas alternativas para que la víctima pueda evitar encontrarse con su maltratador. O disponer de unos horarios que no aumenten su vulnerabilidad, sino que favorezcan su protección. También, en caso de que habitualmente deba trabajar en espacios fuera de las dependencias de la empresa, evitar el que vaya sola. Otra opción es facilitarle la rotación de turnos y espacios de trabajo habituales, para que sean difícilmente previsibles. Además, no exponer públicamente los horarios y espacios de trabajo. O inculcar hábitos a todo el personal para que evite facilitar información sensible sobre las compañeras de trabajo.

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